El Solid Surface, también conocido como superficie sólida, es un material compuesto por resinas y cargas minerales que se utiliza en la fabricación de una amplia variedad de productos. No tiene una capa específica de acabado, siendo en todo el espesor del mismo material, por lo que puede ser pulido y reparado a diferencia de otros materiales. Posee unas características especiales que lo convierten en un material único:

Los lavabos de Solid Surface presentan una versatilidad única en diseño. Su material compuesto permite crear formas curvas, orgánicas y esculpidas que serían difíciles de lograr con otros materiales.

El Solid Surface se moldea de manera que no hay juntas ni porosidades. Esto no solo otorga una apariencia elegante, sino que también facilita la limpieza y evita la acumulación de suciedad. La baja porosidad evita la proliferación de bacterias y hongos lo que lo hace ideal para entornos húmedos como el baño y exteriores.

Este material es muy resistente a golpes, rayones y manchas. Es menos propenso a dañarse en comparación con otros materiales más frágiles como la cerámica o la porcelana. Así mismo resiste cualquier producto químico de limpieza y no amarillea. Es apto para exteriores puesto que los rayos UV no le afectan.

En caso de sufrir algún daño o desgaste con el tiempo, los lavabos de Solid Surface pueden ser pulidos, reparados y restaurados a su estado original sin la necesidad de reemplazarlos por completo.

Al tacto, el Solid Surface es cálido, lo que lo convierte en una opción confortable en comparación con materiales más fríos como la cerámica.